Lo que comentas sobre los proyectos macaronésicos tiene mucha relevancia. Las plataformas de trabajo colaborativo no solo pueden mejorar las comunicaciones y memorias de proyectos, con herramientas de gestión de proyectos con amplias funcionalidades como cronogramas en tiempo real de ejecución, microrredes de gestión y toma de decisiones online, herramientas de gestión contable en tiempo real, etcétera.

También están los desarrollos en inteligencia artificial para la traducción automática, que cada vez está más avanzada en casos como el de inglés/castellano/portugués. Esto puede abrir posibilidades a la proyección de canarias en la financiación europea.

Una cuestión importante en la gestión de la transformación digital -un proceso en el que las Administraciones han avanzado ámpliamente en la delegación de procedimientos al ciudadano en un control distribuido- debe contar con los modos de trabajo, y rutinas, de las instituciones y organizaciones implicadas. En el fondo, la percepción y zonas de confort de las personas son factores relevantes al hablar de innovación.

Yo pienso que las personas extienden sus habilidades (media, Mcluhan) de modo adaptativo, menos recursos y más alcance es un algoritmo genético básico.

La clave está en dotarnos de unas herramientas que realmente nos brinden la oportunidad de reducir la complejidad del día a día de nuestras tareas, no aumentarla permanentemente. Y, en el mejor de los casos, que el aumento de productividad y la conectividad, permita, al individuo en la red (enredado), el realizar proyectos de una escala o alcance que sin las TIC, y nuestro quehacer transformado, no podríamos ni plantearnos ejecutar.