Ben Burgis recuerda oportunamente algo que los bienpensantes acá parece que se olvidan: perder el trabajo es una cuestión de vida o muerte para mucha gente. Y el gobierno está haciendo poco y nada para cuidar a quienes dependen de un ingreso para comer.
Que sigan esgrimiendo el argumento de que hay un "falso dilema entre salud y economía" cuando se toman todo el tiempo del mundo para diagramar la ayuda económica a quienes hasta diciembre del año pasado no tenían más resto sólo es defendible desde la comodidad.
Nunca fue tan necesario decir que muchos deberían cuestionar su privilegio.