El FC Barcelona quedó eliminado de la Champions. Un KO de consecuencias imprevisibles para que un equipo que ha 'desaparecido' desde hace tres semanas. El conjunto ha entrado en barrena y la crisis puede llevarle, incluso, a perder una Liga que tenía ganada. El desastre futbolístico que viene arrastrando el Barça desde el parón de selecciones culminó con una triste derrota ante el Atlético. Una derrota producto de la impotencia de unos futbolistas que se han quedado sin ideas y sin piernas.
El Barça flirteó con el desastre durante toda la primera parte. Sin fútbol y sin empuje, el equipo blaugrana estuvo durante 45 minutos a merced de un Atlético intenso y con las ideas muy claras. El conjunto de Luis Enrique, fundido física y mentalmente, fue incapaz de llegar a la portería de Oblak, mientras que Griezmann, con un cabezazo soberbio, le daba la vuelta a la eliminatoria.
Especialmente lamentable fue la primera parte de los laterales, Alves y Alba, que se convirtieron en dos agujeros negros para el Barça. Sus errores fueron autopistas para el Atlético, que cada vez que recuperaba un balón creaba una ocasión de peligro. Aunque la verdad es que todo el equipo estuvo a un nivel ínfimo. Porque Rakitic falló todo lo fallable y el tridente estuvo completamente desaparecido.
La única esperanza de pasar a semifinales era hacer una segunda parte como la del partido de ida en el Camp Nou. En aquel encuentro, el Barça remontó también un gol en contra gracias a unos segundos 45 minutos de fuerza y rabia, personalizados en los dos goles de Luis Suárez. Este miércoles, el conjunto blaugrana, huérfano de fútbol, buscó la épica para darle la vuelta al partido.
Pero la épica no es el estilo del Barça. No sabe jugar a eso. Y encima cayó en la trampa del Atlético. Broncas. Tanganas. Pérdida de tiempo. Y desesperación blaugrana. Y para rematar el desastre, un clarísimo penalti no pitado por manos de Gabi. Un robo que no justifica el mal partido del Barça. Adiós a la Champions. Adiós al triplete. Adiós a, tal vez, muchas otras cosas.