Nunca pude imaginar sentir auténtica lástima por un personaje tan despreciable como el Sr. Iglesias y ayer, confieso que así lo sentí contemplando cómo su mítica soberbia dejaba paso a la cara más amarga de alguien sobrebordado por su propio mito, cautivo de ese mismo odio que ha fomentado de forma tan eficáz entre desesperados, indignados y castigados sectores de personas de buena fé cuyo legítimo anhelo sólo consistió en desear una vida digna y un futuro para sus hijos que la realidad les negaba. La cosecha no ha podido ser más exitosa y esa rabia genética le está siendo devuelta desde aquellos que algún día fiaron sus destinos a semejante charlatán vendedor de milagrosos bálsamos para incautos. El personal hace tiempo que ya ha calado al sujeto y le está empezando a pasar la dolorosa factura de un contrato social incumplido en aras de intangibles purezas y plenipotenciarias vicepresidencias cuyo balance no ha sido otro que la perpetuación de un PP reforzado en el poder en paralelo a la prolongación obscena de los padecimientos un pueblo castigado hasta la náusea. Ayer, como un desmadejado monigote, recibió palos de los suyos a granel intentando justificar con su recurrente y manido argumentario las aceradas críticas de gentes que en un día depositaron sus esperanzas en un individuo que se ha revelado como un nepótico tiranuelo pagado de sí mismo incapáz de revertir un ápice la situación de una ciudadanía ya cansada de shows mediáticos y vocerío de corrala. No ha empezado la función y ya se desmora el tingaldo de la antiquísima farsa de todos los salvapátrias que en el mundo han sido. Al monarca sin corona y su despiadada reina de corazones se les están acabando las cabezas por cortar y a no mucho tardar ese frenesí justiciero les hará acreedores del filo de su propia hacha. Lástima de ventanas de oportunidad tapiadas por los esperpénticos espejos del narcisimo iracundo. Y ahora va y dice que apoyará una moción de censura.... El más duro granito rivaliza con la dureza de la jeta que se gasta el pollo...