Si encierras la luz de un láser dentro de una esfera de espejos, la luz del láser se reflejará infinitamente a través de la esfera, formando un patrón de reflexión cerrado. Esto es similar a lo que sucede cuando una pelota de tenis rebota dentro de una caja de acero, o cuando un rayo de luz se refleja en el interior de una esfera de cristal.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, aunque la luz del láser se refleje infinitamente a través de la esfera de espejos, también se irá debilitando con el tiempo debido a la atenuación de la luz. Esto significa que, aunque la luz del láser seguirá rebotando dentro de la esfera, su intensidad disminuirá con cada rebote hasta que finalmente se apague.

Además, es importante tener en cuenta que la luz del láser no es indestructible y puede ser absorbida o dispersada por diferentes materiales, por lo que es posible que la luz del láser se escape de la esfera de espejos a través de alguna pequeña imperfección o fisura en el espejo. En general, se espera que la luz del láser se debilite y se apague finalmente después de un número finito de rebotes dentro de la esfera de espejos.