PERDONAD QUE OS HABLE CON ALTAVOZ PERO ES QUE SOY MUCHOS LOS QUE VISITAIS LA PLAZA POR PRiMERA VEZ.
Quería daros la bienvenida a aquellos de vosotros que os habéis acercado aquí atraídos por vuestro compromiso con el cambio social y político y vuestro amor por el debate. Es lógico que os hayáis sentido alertados por las noticias que la mayor parte de los medios de comunicación han recogido tan "desinteresadamente" sobre el debate abierto en esta Plaza sobre el tema de Monedero. Os aseguro que vosotros estáis igual de cerca de este señor que cualquier habitante de esta Plaza; que tenéis las mismas dudas sobre su actuación que los más antiguos; que le habéis saludado el mismo número de veces o que habéis desayunado con él igual que cualquiera que lleve más tiempo en este lugar. De la misma manera os digo que vuestra opinión es igual de valida, pues como todos sabemos, esto es una plaza y cada uno viene con su propio camino a cuestas.
Os puedo asegurar también, y hablo por mí propia experiencia, que cada nuevo viajero es un nuevo habitante de la Plaza si así decide sentirse. Es un derecho que no se otorga sino que se adquiere por el mero hecho de ser ciudadano. A nadie se le aturde ni se le adoctrina. Nos preferimos libres. Libres y críticos. Con todo y con todos. Con nosotros mismos, especialmente. Creemos que así la libertad de todos es cada día más posible.
Os aconsejaría que os tomarais vuestro tiempo, para pasear y hacer vuestros primeros contactos. Para hablar claro, sin tapujos, de lo que queráis; de todo y con todos. Os diría que yo he encontrado algunas de las mejores personas paseando por aquí. Buena gente de la que no conozco su cara pero si su espíritu inquebrantable. Todos diferentes. Los que por aquí pasean saben perfectamente que ésta no es la primera lucha ni será la última.Me pondría como ejemplo yo mismo; critico entre los críticos, amando a estas personas que darían casi cualquier cosa por ese indefinible "bien común".
A todos los demás, los muchos, solo deciros que los que nos sentimos libres daremos hasta el último aliento para devolveros vuestra dignidad y vuestra esperanza. La que ahora no tenéis. La que vendisteis por miedo. Os diría que vuestros patrones están muy contentos por vuestro trabajo, que os arengan que estáis consiguiendo que Podemos haya llegado a su techo en las encuestas (El País), que los populistas son tan casta como la casta; que ya lo sabíamos todos que el orden de unos pocos es la vergüenza de muchos y que nada es posible fuera de la oscuridad. Lucharemos contra vosotros, las veces que haga falta, sin vacilación, sin abandono, sin descanso.