El objetivo que cumplió es darle munición a los homófobos para atacar y degradar a la causa lgtbq. Hay que ser más directos y agresivos con el mensaje, y usar argumentos claros y difíciles de manipular en nuestra contra.
Es casi imposible convencer a una persona que te odia de que está equivocada. Y estos carteles pasivo-agresivos no me parecen una buena forma de dar pié a la conversación.
Estos carteles hicieron dos cosas, satisfacer a las personas que ya tenían una postura neutral o positiva hacia los lgtbq, lo cual no cumple nada, es un circle-jerk.
Y hacer que los homófobos nos tomen de delicados que no pueden actuar con fuerza en su propia causa.