En temas de religión y en temas de nacionalismo no es posible debatir racionalmente. ¿Por qué? Porque tanto unos como otros "poseen la verdad" y no están dispuestos a cuestionarla. Es más. Quien pretenda discutir sus "certezas" se transforma en enemigo o, al menos, "hereje" ideológicamente.Y es que, además de ideas y creencias, en la religión y el nacionalismo se tocan acendrados sentimientos y mitos colectivos.
Por ello en ese tipo de cuestiones las discusiones resultan frecuentemente apasionadas y suelen acabar en estériles estados de crispación. Quien cree que posee la verdad, insisto, no está dispuesto a discutirla sino a "convencer" a su contrincante de estar en el error.
El creyente religioso y el creyente nacionalista se manifiestan de modo parecido. Analizan e interpretan el mundo, la realidad, según el color de las gafas ideológicas que llevan puestas. Dividen a la gente en dos grupos: "nosotros" -los creyentes- y los demás. Y siempre tienen -o crean- un enemigo externo, culpable de sus males. (los judíos, los protestantes, los comunistas, o los ... españoles por ejemplo).
El cristiano no puede entender que uno sea ateo. Múltiples veces se me ha dicho: Tú dices que eres ateo, pero en el fondo tienes que creer en algo aunque no lo reconoces..
El nacionalista a su vez no entiende que alguien pueda no ser nacionalista. Y así, a quien no comulga con su concepción ideológica lo tildan de "españolista" (por ejemplo). Y puede ser cierto, pero aunque uno les diga con razón que no es nacionalista español, no lo entienden ni aceptan, ya que para ellos todo el mundo tiene que ser nacionalista de alguna "patria"
Yo creo que tanto las ideologías religiosas o nacionalistas y sobre todo las personas que las poseen, merecen respeto en la medida en que ellos respeten a quienes no comulguen con sus creencias. Pero siempre existen, en ambos campos, minorías fanatizadas y cerriles dispuestas a utilizar el insulto, la descalificación y la xenofobia. (¿Quién no ha leído rótulos de este tipo?: "Charnegos fora", "Puta Espanya"... A mí, todo esto y más no me molesta personalmente, pues no va dirigido contra mí, pero me entristece profundamente.
.Para terminar, porque el tema da mucho de sí y no cabe aquí: la religión y el nacionalismo son dos visiones deformadas del mundo, dos concepciones o cosmovisiones desenfocadas que, algún día, quedarán superadas por otras sociedades más avanzadas que la que a nosotros actualmente nos ha tocado vivir.
(Pd. Todo lo anterior, auque formulado en forma afirmativa, es tan sólo mi opinión personal sobre el tema. Admito y respeto, faltaría más, las opiniones discrepantes, pues del intercambio entre ellas surge el enriquecimiento teórico.